Los santos vienen marchando: THE TOY DOLLS celebró su aniversario en Argentina #Reseña

Con motivo de su cuadragésimo aniversario (o cuadragésimo cuarto, ja!), una vez más, los muchachos de THE TOY DOLLS desembarcaron en un nuevo tramo de gira. Siempre puede ser una buena excusa celebrar un número redondo. Puede ser una gran oportunidad para voltear y mirar el camino recorrido así como también para barajar y dar de nuevo.

El sábado 9 se conjugaron varios condimentos que conformaron una experiencia digna, y agradecidos debemos estar los que allí estuvimos presentes. Las crónicas que teníamos para seguir las pistas de lo que Michael “Olga” Algar (Guitarra y voz), Tommy Gooble (Bajo) y Duncan Redmonds (Bateria) estaban tramando llegaban a cuentagotas por medio de algunos videos y reels de la noche anterior en la que el grupo brindó un concierto en Chile y eran, cuanto menos, auspiciosas.

EXPULSADOS fue el único soporte y en esta oportunidad, la banda oriunda de Banfield estaba festejando los 30 años de formación. Mientras el teatro se seguía llenando, la banda ramonera nos deleitaba con un veloz recorrido que tomó algunos viejos conocidos de su carrera y un aprobado “Sitting in my Room” de RAMONES. Sin dudas, un soporte de lujo, pero de lo bueno poco así que pasados los 40 minutos la banda agradeció y se retiró.

EPISODIO V – Viejo y querido Punk Rock

La música incidental (“Hello” de Lionel Ritchie) dándonos la bienvenida cambió completamente el tenor de la jornada. Mientras, entre lo oscuro, divisamos el telón con la cara picaresca y sonriente de la clásica caricatura del grupo. A pesar de que históricamente la banda ha sufrido múltiples cambios, la formación actual tiene cerca de 20 años, y goza de una notable vitalidad.

Con un escueto “Hola” el set despegó con “Fiery Jack”. En “Bitten by a Bed Bug” un primer ajuste pronunciado de sonido se hizo notar. El bajo de “Tommy” logró estabilizarse con los agudos y medios característicos de los que tanto ha bebido el punk californiano. En sí, esto provoco que la base se asentara y cumpliera el rol debido y esperable.

“Doughy Giro”, “I got asthma”, “Spiders in the Dressing Room”, y todos aquellos clásicos para los seguidores, estuvieron presentes en la lista de temas. Como ha contado Olga en una reciente entrevista realizada con Rocktambulos, estas canciones tienen su sostén lírico en propias vivencias aunque, paradójicamente, el chiste está en el cariz que toman y en cómo son abordadas aquellas anécdotas. El humor, el sarcasmo y el “lado positivo” toman un papel preponderante en un asunto que originalmente era bastante serio.

Con la costumbre de tomar nuevos riesgos al tomar canciones para reversionar, los ingleses nos regalaron una versión instrumental de “El Cumbanchero”, escrita por Rafael Fernández Marín. Sumado a esto luego llegarían las ya conocidas “Toccata in Dm” de Johann Sebastian Bach y “Wipe out” de The Surfaris, desatando los pogos entre una audiencia que se hizo notar cantando, saltando y haciendo crowdsurfing durante todo el show.

Cierto es que el público se renueva. Hay pasos de comedia que ya se han visto en otros shows de la banda. La piñata inflable con forma de sidra o los globos XXL colgados en el techo esperando caer en el “Theme” final crean situaciones. Puede que todo ocurra muy rápido, pero en eso gravita un poco el sentir del punk. En ese espíritu.

“Todo tiene una vida útil y se termina en algún punto”, dijo hace muy poco Olga con respecto al no tan lejano 50mo aniversario del grupo. Sin embargo, en este presente tan jubiloso y vivo parece difícil imaginar que eso vaya a acontecer en algún momento. No es poco decir, el subidón de energía que podemos experimentar en “Dig that Groove” o “She Goes To Finos”.

En síntesis, sería una pena que esta fuese la última noche en Buenos Aires para estos músicos. Sin embargo, todo pareciera indicar que prontas noticias están aún por llegar y las esperamos. Hay una base de fanáticos esperando por este tipo de música y brindamos por eso.

Tomás Molina