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Viva la victoria: ECLIPSE hizo su debut en Argentina #Reseña

Cuando uno piensa en Hard Rock melódico, piensa automáticamente en los años 80’s y todo el auge del Glam, sin embargo el género es mucho más amplio y en Europa está viviendo un buen momento, sobre todo en Suecia. ECLIPSE es una agrupación de Estocolmo que viene remándola desde 1999, pero para nuestro continente es prácticamente una banda nueva. Este 26 de abril, en El Teatrito de Buenos Aires, los vimos debutar finalmente y pudimos comprobar que toda esa comunidad de fans que han acumulado en todo el mundo, se la han ganado muy merecidamente.

La velada comenzó desde temprano con variadas representaciones del Hard Rock local. Los primeros en tomar el escenario fueron los muchachos de TANDEM, quienes fusionan el Hard Rock con el Power Metal neoclásico. Luego fue el turno de BLOOM, quienes con una carrera que abarca décadas rompiendo las tarimas argentinas, han sabido ganarse un nombre en la escena al ritmo de Hard Rock. Finalmente fue el momento de los talentosos ARPEGHY, quienes con su fusión de Metal y Hard Rock se hicieron notar en esta noche de viernes, conquistando a quienes habían llegado temprano y estaban hambrientos de buen rock.

Bloom (izq) y Arpeghy (der)

Saturday Friday Night (Hallelujah): ECLIPSE brilló en Buenos Aires

La banda apareció en tarima dispuesta a todo, con una seguidilla de temas que no dieron tregua. Desde el primer minuto demostraron a qué vinieron, utilizando el recién estrenado “Apocalypse Blues” como tema abridor e interpretando a continuación el poderoso “Got It!“, donde el bajista, Victor Crusner, cantó las partes que en el disco canta la chica. Le siguieron, de forma ininterrumpida, “The Hardest Part Is Losing You” y “Run for Cover” y al público no le quedó más remedio que entregarse al poderoso hard rock de los suecos.

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Fue allí, luego del cuarto tema, que hicieron una pausa para que la gente pudiera parar de saltar y cantar, y comenzaran a corear el nombre de la banda con todas sus fuerzas. “Argentina, el país del que tanto hemos escuchado, finalmente estamos aquí. Gracias por venir” dijo Erik Mårtensson, cantante y guitarrista fundador, que inmediatamente se presentó: “Somos Eclipse, de Estocolmo. ¿Están listos?” agregando un sonoro “Griten para mi” antes de presentar el pegadizo “Bleed & Scream”.

Esta reacción de los fans solo se acrecentaría con el transcurrir del show, con constantes coros y, por supuesto, no podía faltar el famoso cántico del “sentimiento que no puedo parar”. De hecho, este fue un momento especial de la noche, ya que con sus voces, los fans hicieron sonreír a cada uno de los integrantes, que miraban incrédulos el recibimiento. “Y en la voz principal: Buenos Aires”, bromeó Erik, presentando al público como el real protagonista del show.

Y hablando de Erik, hay que decir que el vocalista se lució con su voz y su carisma, pero también con su energía corriendo de un lado al otro del escenario, bajando al foso para chocar puños con los fans de primera fila mientras tocaban “Black Rain” o agitando para animar al máximo al público en “Never Look Back”, donde la gente aplaudió al compás de la canción durante el solo de guitarra. Se alternaba entre cantar con y sin guitarra, según el tema lo requería, demostrando su versatilidad como frontman. Ni hablar de la fiesta que armó, en conexión con los fans, cuando llegó el tema “Saturday Night (Hallelujah)”.

Todos tuvieron sus momentos de brillar, como cuando el guitarrista, Magnus Henriksson, interpretó en acústico, acompañado por Erik en la voz, el tema “Battlegrounds” después del interludio, o cuando el baterista, Philip Crusner, acompañado por una pista musical estilo banda sonora, nos regaló un solo de batería. Este fue un momento muy destacable que, particularmente a mi, me llamó la atención ya que su presentación se alejaba del típico solo de percusión. El baterista demostró sus habilidades al ritmo de la música y hasta la épica “Carmina Burana” sonó mientras el golpeaba los tambores. Nunca vi un solo de batería musicalizado de esta forma y me pareció bastante creativo de su parte.

Finalmente, qué decir de Victor Crusner, el simpático bajista, con quien conversamos previamente y nos confesó que ya había estado antes en Argentina y extrañaba tomar fernet con coca y mate. Victor se destacó esa noche tanto musicalmente como presencialmente, marcando cada nota con precisión mientras levantaba su bajo por encima de su cabeza y hacía constantes poses o muecas para conectar con la audiencia. “Muchas gracias, te amo” dijo, en español, en una de esas veces que el público los homenajeó con los cánticos de cancha.

El final se acercaba pero la gente paraba de subir en intensidad, así que cuando llegó el momento de “Twilight” se desató la locura. Prácticamente todos los presentes saltaron al ritmo de la canción y corearon ese “ohhh ohhh”, en lo que fue, sin dudas, el momento más alto de la noche. A partir de aquí, todos los temas eran celebrados, cada uno más que el anterior, con las melodías también siendo coreadas, como cuando en medio del tema sonó ese fragmento del “Himno a la Alegría” (cuarto movimiento de la Novena sinfonía de Beethoven) que ECLIPSE insertó en su popular canción.

Tras una falsa despedida, regresaron, esta vez para interpretar la enérgica “Roses on Your Grave” y cerrar con su canción más popular (y seguramente la más pegadiza): “Viva la Victoria”, eso si, una versión extendida ya que antes del final pararon para decir algo: “Esta es la última oportunidad para saltar y volverse locos”, expresó Erik en una clara invitación a dejar todas las energías remanentes en ese pogo. La gente se lo tomó como un reto y saltó más que nunca, elevando la temperatura de un recinto que aunque no estaba a su máxima capacidad, se sintió como si así fuera.

Así, tras una hora y media de espectáculo, terminó el show que marcó el debut de una de las bandas suecas de hard rock que más está dando de qué hablar en Europa y el mundo, como parte de este nuevo auge del género en el viejo continente, donde incluso se habla de un movimiento conocido como New Wave Of Swedish Sleaze Metal, que reivindica el glam de antaño (CRAZY LIXX, que también debutó este año en Argentina, es un buen ejemplo). ECLIPSE no forma parte de ese movimiento, porque el estilo que ellos hacen es más crudo, más moderno y sin maquillaje, pero no dejan de ser igualmente melódicos y agradables, y no dejan de compartir el mismo público que sus colegas vintage.

Es un verdadero lujo poder tener a esas bandas por acá y disfrutar su talento. En este caso, es muy probable que nos hayamos beneficiado de que los muchachos formaron parte del festival Summer Breeze de Brasil y eso los animó a darse una vueltita por los países vecinos, pero no sabemos cuándo los volveremos a tener por acá. Por el momento, debo recomendar seguirles la pista a estos chicos porque lo vienen haciendo muy bien y estoy seguro que pronto van a llegar muy alto. Esperemos que para ese momento su fanaticada haya crecido en estas tierras y nos vuelvan a visitar.

Frank Hernández
Director en Rocktambulos
Escucho más de lo que veo y escribo más de lo que leo.
Periodista musical. Radio Host. Colaborador en Billboard y Rockaxis. Fundador de Rocktambulos
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©Todas las fotos fueron tomadas por Carlos Martínez para Rocktambulos / Todos los derechos reservados

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