Un Lugar Malvado: OVERKILL volvió al Teatro Flores de Buenos Aires #ReseñaDestacadaNoticiasReseñasShows (Así Fue) por Roger Alan Provan - 24/04/202406/05/2024 Dentro de la larga lista de bandas clásicas con las que me encuentro en deuda, OVERKILL es una de ellas. Bueno, no del todo. Puedo decir que antes de dirigirme hacia el Teatro Flores el lunes 22 de abril, para recibir la 3ra visita de esta leyenda del Thrash Metal -todas en el mismo recinto del barrio porteño-, que el inmenso ‘The Electric Age’ (2012) sí pasó detenidamente por mis oídos hace varios años.Más recientemente, también le di play a ‘Scorched’ (2023), vigésimo álbum de estudio de los oriundos de la Costa Este de Estados Unidos. Lo curioso es que la banda lo lanzó el mismo día que METALLICA publicó ’72 Seasons’. Aunque puedo decir que disfruté (muy) moderadamente del último trabajo de Hetfield y Cía., cuando pasé a lo más reciente de los liderados por Bobby ‘Blitz’ Ellsworth y D.D. Verni dije «¡ahora sí!». Bajo ningún punto de vista lo último de OVERKILL descolla por su originalidad, pero sí fue lo suficiente para estar atento a su próxima visita a Argentina (y para elegirlo dentro de los mejores álbumes de Metal de la primera mitad del 2023).Más allá de los gustos, siempre leí mucho sobre la vigencia de OVERKILL en la escena: su infravaloración frente al ‘BIG 4’, su resiliencia frente a los cambios en la industria de la música y la salida/ingreso de nuevos integrantes, el hecho de que nunca dejaron de publicar material ni de girar, y más cercano en el tiempo, sobre su segunda primavera discográfica con la salida de lanzamientos gratamente recibidos como ‘Ironbound’ (2010), el mencionado ‘The Electric Age’ (2012), ‘White Devil Armory’ (2014) y ‘The Grinding Wheel’ (2017), junto a un importante resurgimiento en popularidad y una posición establecida de reconocimiento. Pero como dije, una deuda importante frente a una agrupación con casi 45 años de carrera y 20 placas de estudio. Similar a como me sucedió con MACHINE HEAD el año pasado, crear un vínculo frente al escenario fue la mejor manera de saber de primera mano de qué está hecha esta institución del Thrash. Nunca hay un mejor momento para corregir las cosas que el ahora, ¿no? Su ‘Scorching The Earth Tour’ presentó la oportunidad de enmendar la situación.Para iniciar la jornada, HAMVIDES y PUCARÁ fueron los soportes nacionales. Tengo que darles el crédito por ponerlo todo de su parte, pero el mal sonido simplemente impidió apreciar sus propuestas enmarcadas en el Thrash Metal de cepa pura. Ambas agrupaciones estuvieron adelantando nuevo material, y aunque su enérgico despliegue fue ante una modesta audiencia, fueron bien recibidos. Si bien PUCARÁ gozó de una leve mejoría sonora, no fue lo suficiente para tranquilizar mi preocupación para cuando llegase el turno de los protagonistas de la noche.El track que le da título a su última placa fue el puntapié del 3er encuentro entre el público argentino y los liderados provisoriamente por el vocalista y, uno de sus miembros fundadores, Bobby «Blitz» Ellsworth. El otro integrante fundador de OVERKILL, su histórico bajista, D.D. Verni, se encuentra recuperándose de una cirugía de hombro y estuvo ausente en este tour. Por esa razón, esta visita tuvo la participación especial de David Ellefson (ex-MEGADETH, actual DIETH, y múltiples proyectos) en las 4 cuerdas. Un lujo para un público con una relación de larga data con ‘Junior’.Tal vez la cercanía de la fecha con otros shows del género –SEPULTURA/DEATH ANGEL un día antes, ANTHRAX más tarde en la semana– haya conspirado en contra de la convocatoria. El Teatro Flores habrá estado a la mitad de su capacidad, pero el público estuvo entregado en todo momento. Desde corear el nombre de la banda previo a «Hello From The Gutter» hasta el pogo más violento de la velada durante «Hammerhead». Pero… el sonido no acompañó. Lo que inició pobremente al principio de la jornada mejoró notablemente frente al acto soporte, pero siguió teniendo una definición deslucida y poco definida. No logré reconocer «Electric Rattlesnake» sino hasta el estribillo gracias a la bola de graves que era el recinto. Y mentiría si dijera que me extraña del Teatro Flores, porque si bien es un lugar al que siempre le falta 5 centavos para el peso para sonar bien, acá ya estaban devaluados antes de que termine el show.El gran héroe de la noche fue el carismático señor Ellsworth, en especial sus poderosas cuerdas vocales. Un hombre que sobrevivió a un cáncer de nariz en 1998 y luego un infarto en pleno show en 2002, que tiene 64 años, y que sigue cantando a un nivel absurdamente superlativo. Nada evitó que la voz de Bobby se destaque entre el caos sonoro.Hace una semana y monedas, sus colegas de MEGADETH estuvieron en Buenos Aires, y el consenso popular fue muy positivo frente a la performance vocal de Dave Mustaine. Frente a la capacidad del vocalista de OVERKILL no pude evitar disociar por un momento y preguntar: ¿se imaginan lo que hubiese sido el Colorado cantando al nivel de Ellsworth? ¿Con esa espalda y potencia? Comparar estilos distintos es un poco estúpido, pero Bobby cómodamente podría llevarse puesto a la mayoría, sino a todos, sus colegas de la vieja escuela (sí, lo siento, pero también al muy bien preservado Joey Belladonna).El resto de la banda sonó ajustada, con el guitarrista rítmico, Derek Tailer, interactuando con el público a través de muecas y poses. Ellefson también sumó su granito de arena al disfrutar plenamente de estar ahí y ser fuente del cariño especial que le tiene el público argentino. Incluso tuvo algunos breves momentos de protagonismo, como en «The Surgeon» -junto con «Wicked Place» la otra exponente de ‘Scorched’-, donde coqueteó con la línea de bajo de «Peace Sells». El guitarrista líder, Dave Linsk y el baterista Jason Bittner cultivaron un perfil más bajo y se concentraron en su impoluta performance. Recién para «Long Time Dying», promediando la mitad del setlist, el sonido repuntó a un nivel aceptable (aunque nunca ideal). El clásico contemporáneo «Ironbound» y el clásico old-school «Elimination» pudieron cerrar el segmento principal con la dignidad que se merecen.La puesta en escena fue sencilla, con el logo de la banda y el Chaly -su clásica mascota- de 2 cabezas que decora la portada de ‘Scorched’ en la pantalla del fondo. Llamativamente las pantallas laterales del Teatro no fueron usadas. Digamos que de todas formas la simpleza la sienta bien a OVERKILL, y puntualmente al Thrash Metal, reivindicando el espíritu Punk del género.Con el tridente «Hammerhead», «Rotten To The Core», ambas del debut, ‘Feel The Fire’ (1985) y el cover de THE SUBHUMANS, «Fuck You», OVERKILL se despidió habiéndolo dado todo de su parte. Las miradas se las habrá llevado principalmente Bobby Ellsworth, pero cada integrante hizo su parte a la perfección.El sonido dejó una sensación agridulce al finalizar un set de hora y media de poderoso Thrash Metal. Me retiré con el deseo de nuevamente ver a uno de los más grandes exponentes del género en acción, a un nivel todavía alto, pero espero que la próxima sea en otro lugar. Siento que OVERKILL vino con todo su arsenal preparado para dejar la tierra arrasada, pero terminó dejando el suelo moderadamente habitable.Roger Alan ProvanColaborador en RocktambulosLa música, sin importar el género, popularidad, año o país de origen, tiene una chance en mis oídos. En ella encuentro mi camino.© Todas las fotos fueron tomadas por Jolu De Simone para Rocktambulos / Todos los derechos reservados